------CRONICAS DEL MUNDO------CRONICAS DEL MUNDO------CRONICAS DEL MUNDO------CRONICAS DEL MUNDO------

martes, 3 de febrero de 2009

Punta Indio, Buenos Aires -Argentina-


El fin de semana pasado fue el cumple de Agus, una amiga muy copada de autostop argentina, que tuvo la buena idea de festejar su cumpleaños en la localidad de Punta Indio, cerquita de Verónica, y también bastante cerca de la ciudad de La Plata.
Como perdí el bondi que iba desde La Plata a Punta Indio (¡¡¡ por unos 5 putos minutos!!!) me tomé el 307 letra E que llega hasta el cruce con la R.P. 36 y me encomendé a Dios, a Alá, a Buda, a Yoda, a quien sea de que alguien me levantara porque hacía un calor que te partía la cabeza. Y parece que las plegarias fueron escuchadas porque en 10 minutos me levantó un correntino muy copado que tenía unos puestitos en el mercado regional de La Plata, hablamos un poco de viajes y él me comenta que fue hasta Bariloche a dedo cuando era más pendejo y no tenía auto (como yo más o menos) con muy buena onda me tiró hasta Verónica y de ahí me dio un poco de data para caer en el balneario "El Picaflor" que era por donde se iba a juntar "la muchachada".
Después de un paso fugaz por Verónica (dicho sea de paso, ahí también perdí el bus que salía para Punta Indio por unos... 15 minutitos...) continué la marcha para Punta Indio y es ahí donde presencié algo que nunca había visto. Fue por la ruta 11, un pedacito de la ruta que no tiene ni siquiera asfalto, era una arenilla que jodía a todos los conductores.
Me levantan dos chicos y charla va, charla viene, también conocían a Agus e iban para el cumpleaños. De repente a 200 metros más adelante vuelca un auto que llevaba una familia, nosotros no lo podíamos creer. Nos quedamos los tres inmovilizados mirando como se daba vuelta ese auto, estábamos cayados y el chico que conducía frenó rápidamente para ver en que podíamos ayudar.
Salimos del auto y vimos a un nene de 7 años más o menos que salió solo del vehículo, por suerte no estaba lastimado, solamente tuvo un gran susto y pedía por los padres que todavía estaban adentro. Los dos chicos y yo vimos a los papas ahí adentro y ayudamos a romper una de las puertas para que pudieran escaparse. Por suerte la madre también estaba ilesa, salvo por un pequeño raspón en el codo, y el padre, que llevó la peor parte, tenía la oreja con un corte bastante profundo.
Se empezó a juntar gente y llamaron a la ambulancia que después de unos largos minutos llegó junto con la policía bonaerense. La familia nos agradeció por ayudarlos y nosotros seguimos el camino, sin creer todavía lo que había ocurrido enfrente a nuestros ojos.
Por suerte todo terminó en una anécdota y más allá de un corte, todo lo demás estaba bien, así que fue un alivio eso y también fue nuestra buena acción del día (y claro alguna vez me tenía que tocar ¿no?).
10 minutos después caímos en la playita de Punta Indio y junto con los chicos pasamos dos días espectaculares comiendo, tomando, bailando, haciendo globología con wally (otro chico de A.A. y no precisamente de alcohólicos anónimos, sino de Autostop Argentina) y riéndonos como nenitos chicos.
A la noche se armó el bailongo y a su vez el fogón (para la gente que quería estar más tranquila), y fue una locura, como todo lo que nos rodea creo yo, pero no faltó diversión.
Ya al otro día después de un chapuzón no muy recomendable en el Río de La Plata, empezamos a preparar todo para la vuelta, fue ahí donde nos pusimos a webear como estatuas vivientes y todos los conductores que pasaban no sabían si estábamos borrachos, drogados, poseídos por el demonio o si simplemente eramos como decirlo.... especiales.
Después de unos minutitos así nos sorprendió una familia a la vuelta, porque nos vieron así y cuando regresaban pasaron enfrente a nosotros haciendo lo mismo, toda una familia congelada arriba de una camioneta, jaja ¡que locura! Los aplaudimos, cambiamos algunas palabritas y nosotros y ellos seguimos cada uno su camino.
La verdad que fue un fin de semana estupendo.

No hay comentarios: